[Prensa] Claudia Sanhueza: "Hoy las mujeres están cuidando a adultos mayores, niños, jóvenes; a todo el mundo" CIAH | Universidad Mayor
13 July 2020

[Prensa] Claudia Sanhueza: "Hoy las mujeres están cuidando a adultos mayores, niños, jóvenes; a todo el mundo"

Directora del CEAS fue entrevistada por el medio nacional "The Clinic"

Fuente original: The Clinic, publicado el 8 de julio de 2020


Claudia Sanhueza es doctora en Economía de la Universidad de Cambridge, mujer de izquierda y fue la coordinadora del programa económico de la ex candidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez. Además, es investigadora del COES y directora del Centro de Economía y Políticas Sociales (CEAS) de la Universidad Mayor, donde están levantando una investigación respecto a la situación de las mujeres en pandemia.

Recientemente, presentó la encuesta sobre uso del tiempo en esta coyuntura, donde se analizaron las brechas de género en el trabajo no remunerado y los efectos que han tenido medidas de distanciamiento social voluntario y obligatorio.

¿Qué diagnóstico haces de las políticas que ha implementado el gobierno durante la pandemia y cómo han afectado a las mujeres?

No se han tomado medidas con un enfoque de género, digamos. Para empezar, Chile ha tenido una política de decisiones en términos sanitarios que la OMS identifica como “política de búnker”, que consiste en encerrarse en un búnker con 3 o 4 personas a tomar decisiones, todos hombres, básicamente. Desde ahí viene todo lo demás. Olvídate de tener una mesa paritaria. Es cosa de ver el fracaso en términos de políticas sanitarias, hecho que afecta naturalmente a todos los trabajadores de la salud y, además, a todo el resto de la sociedad pues se ha extendido la cuarentena mucho tiempo más. Otra cosa es el impacto que tiene esto en la salud mental, y tampoco hay un enfoque de género en ese análisis. Las mujeres, por la carga que tienen, son las más afectadas por este tema.

“Chile ha tenido una política de decisiones en términos sanitarios que la OMS identifica como “política de búnker”, que consiste encerrarse en un búnker con 3 ó 4 personas a tomar decisiones, todos hombres, básicamente”.

En el CEAS están desarrollando una investigación que aborda el estado de las mujeres en pandemia, con énfasis en el uso del tiempo. ¿Qué conclusiones han podido sacar hasta el momento?

-Aún estamos haciendo investigación, pero la primera de ellas es que la brecha de tiempo en trabajo doméstico entre hombres y mujeres que viven en hogares biparentales se duplicó con las medidas de distanciamiento físico.

Bajo pandemia, ¿qué problemas están enfrentando las mujeres?

-Creo que hay varias dimensiones. Por un lado, la fuerza de trabajo de las mujeres está fuertemente concentrada en el área de servicios de la economía, salud y educación, por lo tanto, están en la primera línea cuidando al resto de la humanidad. Después, está el tema de la mujer en el hogar y la mujer madre trabajadora.

La famosa crisis de los cuidados…

-Exactamente. La mujer se ha introducido de lleno en el mercado laboral y eso ha sido posible porque ha podido externalizar el trabajo doméstico. En este nuevo escenario no hay posibilidad de externalizarlo y la distribución al interior del hogar no es para nada equitativa. Hoy las mujeres están cuidando adultos mayores, están cuidando niños, están cuidando jóvenes, están cuidando a todo el mundo.


Por otro lado, no son parte de la toma de decisiones que las involucran.

-Claro, no somos parte relevante en la toma de decisiones políticas o empresariales, estamos subrepresentadas. No estamos teniendo la misma voz en esos espacios de decisión que, finalmente, nos están afectando. Esta pandemia es una crisis muy de la vida, donde justamente lo que más hay que resguardar es la sostenibilidad de ésta, y lo que más llama la atención es que el ítem de los cuidados ha sido totalmente invisibilizado en todas las estadísticas económicas.

“La mujer se ha introducido de lleno en el mercado laboral y eso ha sido posible porque ha podido externalizar el trabajo doméstico. En este nuevo escenario no hay posibilidad de externalizarlo y la distribución al interior del hogar no es para nada equitativa. Hoy las mujeres están cuidando adultos mayores, están cuidando niños, están cuidando jóvenes, están cuidando a todo el mundo”.

Es indudable que hay un protagonismo de las mujeres en esta crisis, sin embargo no es validado.

-Claro, si no estaríamos tomando decisiones. Ése es el tema. Hace rato se viene diciendo que hay que mejorar en ese ámbito y hay que hacerlo, sin duda, pero es un cambio complejo porque es difícil ir contra lo que se ha aprendido culturalmente. Entonces, lo único que puede instalar ese cambio de forma concreta es la toma de decisiones inclusivas y para eso son las cuotas, porque son mecanismos directos de representación. También hay que diseñar políticas de conocimiento cívico, pero eso es lento y de largo plazo. La discusión sobre el postnatal de emergencia y la jornada laboral también es un tema que afecta los cuidados. Imagínate lo que viene hacia adelante, el teletrabajo se va a instalar y ésas son todas políticas que afectan la distribución de labores al interior del hogar, y en la toma de decisiones de estas políticas las mujeres no están suficientemente bien representadas.

Las cifras del INE reflejan que con la pandemia hubo un retroceso de diez años en el mundo laboral femenino. ¿Por qué?

-Hay varios factores que podrían estar afectando. Por ejemplo, mujeres están más segregadas en ocupaciones que se ven afectadas por las medidas de distanciamiento físico: vendedoras, trabajo doméstico puertas afuera, servicios en general, etc. Otro factor es cultural, en estos tiempos hay una demanda muy grande de cuidados al interior de los hogares, que incluso hoy todavía sigue cayendo en manos de las mujeres. Entonces evidentemente tendrá efectos sobre el empleo de las mujeres. En el ámbito académico, hay investigadoras con hijos pequeños, que están solas y con todo a cargo. ¿Cómo van a escribir un paper en esa situación? Los datos indican, de hecho, que se amplió significativamente la brecha de papers enviados por mujeres a los journals. Lógicamente, si no se puede hacer todo. Las madres solteras o separadas, y que son jefas de hogar, por lo general no tienen tanta “responsabilidad compartida”.

“En mi trabajo hay académicas con hijos pequeños, que están solas y con todo a cargo. ¿Cómo van a escribir un paper en esa situación? Ese es otro dato: se amplió significativamente la brecha de papers enviados por mujeres a los journals. Y claro pues, si no se puede hacer todo”.

¿Cuánto tardaremos en recuperar lo que habíamos avanzado? ¿Otros diez años?

-Creo que depende de cuándo se haya controlado la pandemia, bajen los contagios y podamos volver a ocupar los servicios sociales (escuelas, jardines infantiles, salas cuna) y movernos más en la ciudad. Creo que ahí podrá volverse. Me preocupa de todas formas que dependamos más de los servicios que de cambios más profundos en la cultura.

Lo mencionaste antes: las investigadoras están publicando mucho menos que los hombres en pandemia, esto a raíz de las labores que deben desempeñar en el hogar y, de nuevo, la distribución de los roles. ¿En qué otras ocupaciones ese retroceso se hará latente?

-Hay que estudiar este tema con mayor profundidad, pero la hipótesis es que al no estar disponible los servicios en los cuales nos apoyamos para realizar el trabajo (escuela, servicios de trabajo doméstico) entonces hay mayor demanda por cuidados en la casa. No se pueden dedicar las mismas horas que antes, y lamentablemente no se distribuye esta carga de manera equitativa. Esto último uno diría que es elección, pero en realidad son normas culturales aprendidas que aún están muy presentes en nuestra sociedad.

“Lo que pasó con la pandemia es que se cerraron los colegios, cerraron las salas cunas, se cerraron todas las posibilidades que tenían las mujeres de externalizar los cuidados y con eso nos dimos cuenta del hecho de que la mujer haya ingresado al mercado laboral, no necesariamente significa que hayamos redistribuido el trabajo doméstico”.

Hay un sistema que avala esas prácticas. Como cuando se bloquearon los permisos para que padres fueran a buscar a sus hijos durante la pandemia en la Comisaría Virtual.

-Exacto, en un principio se bloquearon y era como ¡no puede ser! Lo que pasó con la pandemia es que se cerraron los colegios, cerraron las salas cunas, se cerraron todas las posibilidades que tenían las mujeres de externalizar los cuidados y con eso nos dimos cuenta del hecho de que la mujer haya ingresado al mercado laboral, no necesariamente significa que hayamos redistribuido el trabajo doméstico y de cuidados.


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