III Congreso Regional sobre Mujeres en los Contextos de la Migración: “Mujeres en movimiento: igualdad de género, derechos humanos y autonomía”
Organizado por la Conferencia Regional sobre Migración con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones y el Gran Ducado de Luxemburgo.
Presentación del estudio “Mujeres, Territorio y Migración en el Triángulo Norte de Centroamérica”, realizado con Celeste Molina (Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, Oficina de México y Centroamérica). https://www.rimisp.org/wp-cont...
El estudio se concentra en dos aspectos. Primero, analiza cómo influyen las características del territorio de origen en las decisiones de migración de las mujeres del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras). Segundo, examina la relación entre migración y empoderamiento económico para dos grupos de mujeres: mujeres que han migrado y luego han retornado a su territorio de origen; y mujeres que no han migrado, pero tienen algún integrante de su hogar que actualmente se encuentra en otro territorio o país. El estudio utiliza métodos mixtos y combina el análisis cuantitativo de datos de encuesta de hogares y Censos de Población, con el levantamiento y análisis de información cualitativa en un municipio por país.
Los resultados indican que los territorios de donde están migrando muchas mujeres tienden a ser territorios rurales, que dependen principalmente de la agricultura, con niveles de escolaridad relativamente bajos, y con tasas de desempleo y de pobreza monetaria más altas comparado con los territorios que atraen la migración femenina. Si bien la falta de oportunidades económicas ha sido tradicionalmente el principal motor de la migración en los tres países, las voces de las mujeres que entrevistamos nos revelan como la falta de oportunidades económicas locales depende cada vez más del cambio climático y de la creciente violencia: por ejemplo, las sequías perjudican las actividades económicas y los medios de vida de estas comunidades que dependen tanto de la agricultura; y los altos niveles de violencia e inseguridad, como por ejemplo la presencia de pandillas y las extorsiones, dificultan el proceso de establecer algún emprendimiento.
Con respecto a la relación de la migración con el empoderamiento económico de las mujeres, el estudio muestra tres hallazgos importantes.
Primero, las mujeres que han migrado y ahora han regresado a su territorio de origen tienen mayores niveles de empoderamiento económico comparado con las mujeres que nunca han migrado. Muchas mujeres retornadas ahora trabajan por ingreso fuera del hogar y fuera de la agricultura, se han convertido en emprendedoras, y también destacan mejoras en la distribución de roles y responsabilidades de la casa.
Segundo, la emigración de un familiar tiene costos significativos para el empoderamiento económico de las mujeres que se quedan, porque aumentan sus responsabilidades domésticas y de cuidado y eso reduce el tiempo disponible para el trabajo fuera del hogar y la participación social. Sin embargo, las mujeres entrevistadas destacan que las remesas contribuyen a mejorar la calidad de vida material del hogar y su bienestar psicológico, porque contribuyen a reducir la vulnerabilidad económica de sus familias.
Tercero, en la relación entre remesas y empoderamiento económico, parece ser clave quién controla la recepción de las remesas: simplemente vivir en un hogar que recibe remesas no garantiza mejoras en la autonomía y el empoderamiento económico de las mujeres. En cambio, cuando una mujer recibe directamente, y presumiblemente administra las remesas, se observa un aumento significativo en su autonomía física y, sobre todo, en su autonomía en la toma de decisiones.